viernes, 13 de noviembre de 2009

La aventura de ser maestro

Existen algunos textos que valen la pena compartir; uno de ellos es “La Aventura de ser Maestros”, de José Manuel Esteve, ya que nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestros inicios en la tarea de educar, las dificultades, vivencias, malestares y elementos que nos han permitido ir mejorando en nuestra labor.


Les comparto el artículo de Esteve, así como mis reflexiones al respecto. Un abrazo

http://www.uhu.es/mjose.carrasco/La%20aventura%20de%20ser%20maestro.pdf

Recuerdo cuando estaba educando en ambientes informales, no sentía eso que menciona Esteve: “la necesidad de tener todo bajo control”. Al alfabetizar a niños de mi comunidad, introducíamos muchos juegos, haciendo de la clase, una actividad divertida, estábamos en un ambiente relajado y sin presiones, sólo teníamos el espíritu de colaborar con los otros. Por otro lado, cuando estuve dando cursos de computación, la idea era facilitar conocimientos prácticos, que les sirvieran a mis alumnos para utilizar los programas y hacer sus trabajos; es decir, seguía una planificación de acuerdo a sus necesidades.

Sin embargo, cuando me incorporo como docente en la universidad, en un ambiente formal, con alumnos ya graduados en diversas licenciaturas; para ese entonces, no tenía el año de egresada de la universidad y con 22 años, sentí una tensión enorme y caí en el error que menciona Esteve, “aparentar un serio academicismo [y] una sabiduría que estaba lejos de poseer”. Pero como todo es un proceso de ensayo y error, fue una experiencia muy gratificante, porque al final de ese primer semestre, las cosas habían mejorado bastante, ahora que leo a Esteve, llego a la conclusión que una de las cosas que me ayudó a mejorar, fue el diálogo y razonamiento con mis estudiantes.

Actualmente, tengo la responsabilidad de ser tutora en línea, aun sigo aprendiendo, confieso que lo que más me inquieta, es mantener el interés en la especialidad en línea. Yo no le llamaría malestar docente, más bien es la preocupación por que el grupo mantenga su compromiso hasta el final del ciclo académico. Para ello como dice Esteve, creo que debo hacer hincapié en el hecho de “crear inquietud en los alumnos” y comunicarles “qué valor tiene lo que van a aprender”.

Por otro lado, pienso que es importante, crear mi identidad docente dentro de esta modalidad, ya que a pesar de que sé cuáles son las características del tutor y del estudiante en educación a distancia (entre otros elementos), es ahora que soy tutora, cuando estoy poniendo a prueba mis aprendizajes y considerando las mejores formas de acción.

Finalmente, me gustaría también dominar diferentes técnicas para la comunicación a distancia; estoy intentando ser muy cercana y constante por medio de correos, pero al ser una comunicación asincrónica pienso que es necesario intentar otras alternativas.

Compañeros, esas son mis reflexiones en torno a mi profesión desde las ideas de Esteve y algunas de las coincidencias que noté con respecto a lo que él menciona “El malestar docente”. ¿Podrían compartir Ustedes sus ideas al respecto?

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